"Este espacio se basa en la visión holística del ser humano, como unidad del cuerpo, la mente y el espíritu"



miércoles, 25 de enero de 2012

YOGA



El objetivo de Yoga es

promover la responsabilidad,creatividad,atención,
consciencia, amabilidad, el amor y el gozo en cada ser humano.

Estas clases te ofrecen una herramienta de vida,
ya que por medio de las posturas (asanas)
encontrarás una manera de mirarte,
de convertirte en un observador consciente
de tu cuerpo y de tu respiración,
a través de la concentración y la calma.

Es una manera de hacer consciente
la fuerza de tu interior, con la que adquirirás
mayor confianza en ti mismo, por medio de las posturas,
liberando torbellinos mentales, emociones, carencias,
apegos y estructuras que bloquean las capacidades y
habilidades del ser humano en su proceso de evolución.
                                                  

jueves, 19 de enero de 2012

YOGA




"Yoga no es un mito antiguo enterrado en el olvido. Es la herencia más valiosa del presente. Es una necesidad esencial del hoy y de la cultura del mañana". "Swami Satyananda Saraswati".

martes, 19 de julio de 2011

Devolver la integridad perdida

El masaje tradicional tailandés nos devuelve la integridad perdida y nos prepara para aceptar la gran reserva de fuerza a la que podemos acceder mediante la relajación. Desde lo más íntimo de nuestras células percibimos una energía nueva, fruto de la unión y no de la oposición o la tensión.
Esos sabios pases nos muestran que sentir es la poción mágica para abordar cualquier aventura personal y descifrar nuestras enigmas más íntimos, más allá del miedo acorazador.

Según nuestras creencias, podemos conciderar el masaje tradicional tailandés una herramienta sagrada, transmitida en los templos budistas de Asia, o una técnica psicofísica que ayuda a desmantelar la estructura corporal, mental y emocional que vez construimos y a reemplazarla por otra más acorde con la potencialidad de nuestro ser.

lunes, 18 de julio de 2011

Quien recibe...


...una sesión de masaje tradicional tailandés sabe cuán complejo es comunicar esas sensaciones.
De entrada sorprende la duración, que puede rebasar fácilmente las dos horas, y la calma del masajista, que actúa como si tuviera todo el tiempo del mundo para relajar cada parte del organismo. Recalquemos que no estamos ante el clasico masaje de amasamiento, tal como se entiende en Europa, sino ante una especie de coreografía delicada que combina estiramientos y presiones.
Por eso el masaje se efectúa vestido y el reseptor siente su cuerpo como si fuera un manequí en manos de un hábil alfarero.
El dador está siempre conciente de su respiración, sincronizada con cada fase de los movimientos, y el receptor percibe y agradece esa atención. Él también descubre lo mucho que puede ayudarle atender a su respiracíon en el curso de masaje. Ésta no sólo se hace más suave y profunda, sino que se convierte en un vehículo que, paso a paso, le permite acceder a los paisajes de su cuerpo.

La sensación de apertura se vuelve diáfana y puede envolvernos con su eco mágico durante los días siguentes, en los instantes más inesperados. Y una certeza desconocida puede tomar cuerpo y empequeñecer a todas las démas: sin esfuerzo quizá descubramos que las piernas no están para salir corriendo, que nada impide aflojar los hombros y respirar, que podemos simplemente ser y amar con sólo darnos permiso.
Tras tantos años de tensiones y de errar por caminos inciertos podemos sentirnos como un niño que habita un cuerpo nuevo, relajado y disponible para cualquier acción.

Josan Ruiz

domingo, 17 de julio de 2011

El cuerpo es la tierra

Cuando habitamos en islas mentales,inmersos en el trabajo y en el ocio informáticos,las fuentes que nos dan vida y salud quedan al otro lado del mar.Podemos asociar la dicha con el cielo y remontamos muy alto,gracias a la energía del pensamento. Pero al hacerlo olvidamos que el verdadero compustible emana de la tierra, que es tanto como decir del propio cuerpo.

Si no tomamos conciencia de él, si no nos reencontramos con cada una de nuestras células, el viaje hacia la libertad puede acabar como el de Ícaro, mologrado por exceso de orgullo.

Ante el excitante universo de Internet y del cambio de milenio parece anacrónico reivindicar el contacto con el cuerpo, la vivencia del presente, la exploración de las propias sensaciones.
Pero vivir de espaldas a estas experiencias puede pasarnos una factura de ansiedad y vacio cada vez mayor.

Hace milenios que la humanidad comprendió la importancia de mantener el estado de unidad esencial entre cuerpo, mente y espíritu. En diversas épocas y culturas se perfeccionaron técnicas para favorecer la conexión con lo más genuino que atesoramos dentro.

El masaje tailandés, que combina la filosofía del budismo con la visión energética del cuerpo, es un método perfeccionado y eficas.

Josan Ruiz